lunes, 19 de octubre de 2009

Algo en común

Ella hacía que la comida le había sentado bien. Él observaba con disimulo la aguja de su reloj, como si su mente pudiera hacer que se moviera más rápido. Ninguno de los dos se miraba.

Ella observaba al resto de los comensales y hacía como que no pasaba nada. Él conversaba con algún carraspeo que le ayudara a eliminar el mal sabor de boca que le dejaban esos silencios. Ambos esperaban la cuenta.

Ella rebuscaba en su mente algún tema de conversación para que el silencio no la aturdiera. Él recordaba que hasta el silencio de los primeros años se utilizaba para hablar con la mirada. Los dos lo sabían y se resignaban.

Ella decidió ir al baño a repasarse la raya de rimel que disimulara sus ojos ausentes y de paso, hacer que el tiempo pasara. Él hacía que la esperaba a la vez que deseaba que no regresara. Ambos se querían pero no se amaban.

Ella regresó con el sufrimiento enmarcado por el rimel y remarcado con polvos grises que conjuntaban con su mirada. El adivinó entre esas sombras la falta de fuerza para cortar lo que quedaba de los dos y tragó saliva. Ambos sabían que ninguno daría el paso definitivo, así es que abandonaron el restaurante como dos extraños. Dos extraños que se conocían a la perfección y que sí compartían algo: almohada y sentimiento de culpa.

lunes, 15 de junio de 2009

Competidor de la RAE

¿A dónde van todos las voces melancólicas que le hablan al mar, las promesas de los enamorados o las palabras grabadas en la arena? No me extraña que tenga sus propios métodos para deshacerse de algunas. Por ejemplo, vomitar algún mensaje en una botella o enviar a una de esas caracolas chivatas que salen a la playa en busca de un oído curioso al que hablarle.

Mi secreto allí ha quedado, flotando durante 10 segundos, subiendo y bajando de la ola como si no hubiera entendido que no se trataba de una playa nudista y me estaba dejando en pelotas por momentos.

Eché un vistazo alrededor por si alguien se estaba dando cuenta de algo y cuando volví a mirar al horizonte, ya le había perdido el rastro. Qué suerte tengo de tener secretos tan poco exhibicionistas.

Si alguna vez el mar lo expulsa y lo recoges, por favor, que quede entre nosotros.
Sabrás donde encontrarme, dejé todas las pistas en la posdata de mi secreto. Cuando me reconozcas, no digas nada, ni te pongas la caracola en la solapa de la camisa; no hará falta; sólo bésame y entonces seré yo quien te descubra a ti.

viernes, 12 de junio de 2009

destapalarealidad

"Hola Aitana, me llamo Josep Más Caro No Por Favor y tengo 102 años. Soy un suertudo. Suertudo porque me quedan dos telediarios, por cobrar la jubilación, por poderme dedicar a inspeccionar obras sin haber estudiado ninguna carrera, por tener una beca a Benidorm todos los veranos…

Te preguntarás cuál es la razón de venir a conocerte hoy, y es que muchos te dirán que a quién se le ocurre llegar en los tiempos que corren, que hay crisis, que no se puede. Esto te hará fuerte:

Yo viví momentos peores que éste, sin videoconsolas, ni nada, pero al final de lo único que te vas a acordar es de lo que te recuerde tu Facebook, tu busca, tu agenda electrónica...

No te entretengas en tonterías que las hay y vete a buscar el útero de tu madre que es lo que te hará feliz, que el tiempo corre muy deprisa salvo en las colas del INEM.

He vivido 102 años y te aseguro que lo único que no te va a gustar de la vida, es que te ha tocado vivir ésta.

Estás aquí por estar"
Adaptación del anuncio de Poca Cola, con todo mi respeto y sin acritud ninguna.

domingo, 31 de mayo de 2009

¿FELIZ? Cumpleaños

Atrás quedaron los cumpleaños con los bikinis de tranchete y jamón York; el típico amigo que pringaba los panchitos en la bebida; los mix de cola, naranja y limón en un mismo vaso; la piñata...

Las madres descuidaban nuestra alimentación sólo en ese día especial y luego te cantaban el “y que cumplas muchos más”. Con esas merendolas tan dañinas, cualquiera lo diría.

Tu madre te obligaba a decirle a cada niño que venía con un regalo: “no hacía falta que me trajeras nada, pero muchas gracias”. Y luego era ella la que decía que en vez de dos botes de colonia “Chispas”, podían haberte comprado unas bragas. ¿En qué quedamos? los adultos son unos egoístas que se ahogan en las apariencias, pensaba yo con diez años.

Hoy cumplo 24. Tengo que soplar todo un santuario cuando tengo los pulmones atrofiados de fumar; comerme la tarta que me supondrá un régimen de tres días; dar las gracias por la felicitación a personas que ni sabía que existían gracias a las nuevas tecnologías que están para recordarle a todo el mundo que hoy, es mi día especial.

La frase ¡qué mayor eres! ya no sienta bien. Y menos cuando te la dice tu abuela aunque sea con todo el cariño del mundo. Los regalos dejan de ser sorpresa teniendo en cuenta que a mediados de mayo, tus amigos empiezan a preguntarte si te gusta cada cosa que ves en un escaparate.

En este 24 cumpleaños, los invitados se han reducido a la mitad y la única piñata es mi cabeza.

martes, 26 de mayo de 2009

Cómo ganarle el juicio a la vida

La vida no deja de recordarnos quién es. Sus situaciones embarazosas, nos obligan a sentirnos de nuevo como fetos rodeados de un líquido amniótico con sabor amargo.

Volvemos a ser débiles, indefensos y dependientes, atados a su mejor aliado: un cordón umbilical que nos envuelve el cuello, ejerce presión en las anginas y además se empeña en enseñarnos a base de golpes, como en la vieja escuela, sin que nadie denuncie este modo de aprendizaje.

Y lo peor es que el cordón umbilical post parto parece impune e inmortal cuando se adueña de nosotros. Pero la Ley se las sabe todas y por eso, el Ordenamiento Jurídico establece dos modos de afrontar el juicio:

Caso 1:
Hacer con él un nudo doble ocho, lanzarnos a hacer puenting, chillar fuertemente sin que nadie nos oiga haciendo volar las preocupaciones que se acumulan en la suela del zapato y que nos hacen arrastrar los pies.
Después pisar tierra, echar la vista atrás y ver como en el cordón se queda colgado, ahorcando nuestra agonía.

Caso 2:
Practicarle el nudo cabeza de turco y perseguir la madeja infinita que arrastra tras de sí un arsenal de costura compuesto por: un dedal para cubrir la huella de identidad desgastada por el poco tacto de la vida y una aguja con la que nos desangramos intentando probar una y otra vez que se trata de una pesadilla.

¿Ocultar las preocupaciones y engañarnos como si nada ocurriera o enfrentarnos a ellas y hacerlas volar?

La elección sería fácil si no fuera porque la vida tiene de vida, lo que la justicia de justa.

martes, 12 de mayo de 2009

¿Quién soy?




Humo de alcantarillas, chimeneas, fumadores de pipa y perritos calientes.
Con rasca cielos, con rasca y gana, con rasca y pica. Donde no se juega a qué forma tienen las nubes, sino a vivir en ellas y las estrellas no se miran, se dibujan en el suelo.
Donde las pisadas se confunden, los neumáticos se funden y los tacones se clavan en los dientes de cocodrilos.
La ciudad que nunca duerme, pero que persigue el eterno sueño americano. La de las contradicciones y las adicciones.
La de las calles pintadas de luces, la del “boogie-woogie”. La ciudad que es eterna y de usar y tirar. La de sin más ley que la de ser uno mismo. La de la quinta, la sexta, la séptima, la del infinito. Con luces de neón por vena, sudor de Poca Cola, bolsos forrados de piel y carteras desnudas.
De locales de expresionismo abstracto, contenedores “Ready made”, pistolas a sangre fría y sopa caliente de tomate Campbell. Una maqueta a brochazo de bombilla desde el Empire State.
Donde se desayuna con diamantes y se cena una hamburguesa, donde los escaparates compiten con Victoria Beckan, las galerías se mudan cada día de pared y el “imagine” aún resuena.

domingo, 10 de mayo de 2009

Si fuera Mr. Potato...


Colocaría mis labios sobre los tuyos, una oreja al lado de tu nariz para sentir tu respiración y la otra junto a tu boca para notar tu aliento sobre el cartílago.
Después colocaría mi nariz en tus mejillas para hacerte cosquillas, y un ojo en tu frente para leerte el pensamiento.
Luego saldríamos a la calle y correríamos hasta el Himalaya sin detenernos. Me agarraría a tu mano para no tropezarme, dejándome guiar por el ojo que compartimos.
Allí no seríamos monstruos con la cara desfigurada. Tú serías un Dios, y yo al fin, tendría fe en una religión.
Nos quedaríamos allí, infinitamente, sin tierra, ni agua, ni aire, ni luz, ni espacio, ni límites, ni tiempo sin límite, ni ideas, sin este mundo, ni aquél.
Y el nirvana se quedaría corto.

martes, 28 de abril de 2009

un martes con fiebre de sábado noche

Mientras estas letras están impresas desde unas yemas a temperatura de 39 grados, mi mente tiiii rii taaa. El médico me ha dicho que no es más que una gripe y que se cura con reposo. Pero mi reposo es tu pecho y ya te has ido. Lo único que me queda es la silueta de tiza que pinté en la pared de mi cama mientras hacías que dormías.
Justo cuando te marchaste mientras yo hacía que dormía, empezaron mis síntomas.
Me he acercado tantas veces a esa línea imaginaria en estos dos días que poco a poco me la he ido esnifando. Eso es lo que me ha provocado la fiebre y mis delirios. Por eso hoy mis, palabras, están, cansadas, febriles, atizadas.

La próxima vez, te dibujaré con un rotulador permanente. Me evitaré el exceso de temperatura y el tener que hacer esfuerzos para recordar a qué altura estaban dibujados tus labios.

lunes, 20 de abril de 2009

Coloreando el final de trayecto

"Cariño, es sólo que mi ticket de ida está caducando y ya no puedo renovarlo. El tuyo está nuevo y te quedan muchas paradas por descubrir. Quiero que dejes de llorar y escuches atentamente los trucos que has de conocer para ser un viajero ejemplar:

No busques siempre el camino con menos trasbordos. El trayecto más fácil no siempre conduce hacia el destino correcto. Contempla todas las posibilidades siguiendo el plano de colores que sabrá dibujar tu corazón. Cuando el camino te resulte aburrido, intenta disfrutar de tus compañeros de vagón: habla, sonríe, observa y comparte con ellos algo más que el asiento de al lado. Si no te interesa lo que ves, cámbiate de sitio. Nada te lo impide. Llegarás igualmente al mismo destino y el recorrido te habrá convertido en una mejor persona.

No seas impaciente por reunirte conmigo y conoce el máximo de paradas posibles para contármelas cuando nos reencontremos. No quiero que te pierdas ningún detalle así es que vete siempre con los ojos muy abiertos.

Y lo más importante: A veces el recorrido es duro pero siempre termina con una luz al final del túnel ¿La ves? Lo importante no es buscarla, sino verla. No la pierdas de vista. Yo seré tu brújula y te iré dibujando todas las coordenadas en el cielo. Tienes que ser fuerte y recordar que mamá emprenderá tu mismo viaje sólo que en un vagón muchíííííísimo más rápido que el tuyo"

El niño se conformó con la explicación mientras su madre giraba la cabeza hacia la ventanilla en un intento de ocultar la lágrima que estaba apunto de asomar. Me hubiera encantado presentarme como una de sus compañeras de viaje pero mis palabras no fueron lo suficientemente fuertes para derribar el nudo de mi garganta.

(relato finalista en el concurso de relatos cortos del TMB: http://relatscurts.tmb.cat/aspx/ca-ES/relats.aspx?srch=guiomarsanchez

viernes, 17 de abril de 2009

ALARMAAAAAAA



Hace mucho que no escribo, y no por falta de ganas, sino de tiempo.

El tiempo es valioso pero deja de serlo cuando lo perdemos en banalidades. A veces me gustaría parar las agujas, detener un momento que valga la pena y meterlo en formol. Pero no hay tiempo, y lo peor, no hay instantes que lo merezcan.

Don tiempo no entiende de esperas, no hace colas. Sólo pasa pintando una raya continua para que nadie le adelante. No marca las horas sino el territorio donde tú yo nos movemos al ritmo que a él le gusta. Es la nueva tictacdura que nos lava el cerebro extendiendo su propaganda a través de relojes que ya ni miramos porque llevamos el cronómetro inyectado en vena.

El tiempo es también arte, porque no deja de crear segundos. El problema es que la obra, en ocasiones, pasa inadvertida.

Si el tiempo es oro, quiero ser pirata sin parche en el ojo, para no perderme nada y vigilar bien mi tesoro.

domingo, 29 de marzo de 2009

Ahorro de energía y derroche de pasión




Dejé todo preparado para cuando tú llegaras. Venías empapado y tan sólo me diste un beso húmedo en la mejilla sin decir una palabra. Estabas tan atractivo…

Permaneciste callado casi todo el tiempo y no me dijiste si te gustó el detalle de cenar con las luces apagadas. La verdad es que no me importó pues para mí estaba siendo la noche más romántica de nuestros últimos años.

Por fin me pediste un brindis mientras jugabas a que el vino rozara suavemente la pared de la copa y fijabas tu mirada en el primer botón de mi camisa.

Me sentía muy extraña en nuestra “cita a ciegas”. Había olvidado lo que era cenar a la luz de una vela, las ganas de rozarte la pierna con la aguja de mi tacón, la excitación de intercambiar comida del plato y compartir tenedor.

Ayer no éramos ni tú ni yo, sino dos sombras extrañas que compartían una mesa ruborizada por el tacto de nuestras sutiles caricias. La misma que a diario es testigo de desayunos mudos.

Cuando la vela se apagó, mi respiración se encendió de pronto, como si la llama se hubiera fugado al interior de mi pecho. Tan sólo percibía el olor del deseo y tu aliento en ritmo ascendente. La silueta de una mano ansiosa, me condujo hasta otra irreconocible habitación. Tropecé con la mesilla de noche y entonces, cuando encendiste la luz para ver qué me había ocurrido, volvimos a ser el matrimonio de siempre.

Gracias a la excusa del apagón, dejé de ser invisible durante una hora, ¿paradójico verdad? Que se lo pregunten al planeta que seguro que me entiende.

Hoy, las luces se encenderán y él y yo volveremos a ser invisibles.

martes, 24 de marzo de 2009

Customización del presente


Hoy, por fin, me he sentado muy gustosamente frente al televisor para ver “Los mejores años de nuestra vida”, un programa recién estrenado y de gran éxito por su formato innovador que compara décadas pasadas mediante ejemplos musicales y vídeos anecdóticos de hechos históricos.

¿Pero por qué ahora este afán por volver al pasado? y sobre todo ¿Por qué ha triunfado?

Porque además de interesar a generaciones de padres e hijos por igual y ofrecer una clase de historia sin aburridos libros de texto, satisface una necesidad psicológica.

Hace pocos días, leí en un libro de branding emocional que estamos en una etapa de nostalgia y de convergencia de épocas: futurista, cursi, sentimental, retro-chic...

Nos rodeamos de tendencias nostálgicas del pasado porque nos traen seguridad en tiempos de inseguridad o lo que es lo mismo, buscamos un mensaje de esperanza y seguridad a través de la exploración del pasado.

Los de mi generación (la Y) reutilizamos los elementos del pasado como reacción a la cultura de la estandarización y la ausencia de modelos a seguir.

¿Entonces sería descabellado pensar que vivimos en la época más creativa?
¿Cualquier tiempo pasado fue mejor o estamos en la posición ventajosa de traernos lo mejor de cada época y no estamos siendo conscientes de ello? ¿los mejores años de nuestra vida están por venir?

Como dijo Bill Gates: “Podrá tener lo que desee cuando sepa exactamente lo que quiere”







jueves, 12 de marzo de 2009

EUTANASI@

Estaba rodeado de máquinas de las que dependía para continuar viviendo. Aquellas descargas eléctricas habían anulado sus impulsos afectivos convirtiéndole casi en un autómata que repelía sentimientos. Sus sentidos sólo percibían el sin sentido y sus recuerdos sonaban en su mente a chatarra.

Quería oxigenarse, respirar por sí mismo, sin escuchar el "pi pi" absurdo y continuo del que dependía.

Meditaba poco, pero lo suficiente para tomar una decisión procesada por la parte del cerebro que aún le funcionaba y decidió desconcectarse: apagó el móvil, desenchufó el fax, la televisión, el portátil, el mp3, el busca, la agenda electrónica y se quedó allí agonizando con los ojos como platos, hasta que finalmente…RESPIRÓ

domingo, 8 de marzo de 2009

8 de marzo o un día cualquiera

Se levanta a las 7 de la mañana, exprime dos naranja, unta dos tostadas, levanta a los niños, les asea, y les lleva al cole.
Se prepara para su entrevista, la 5º del mes que acabará con un “ya le llamaremos”
Hace la compra, vuelve a casa, pone una lavadora, pasa la aspiradora y prepara la comida. Recoge a los niños, les sirve los platos, friega la loza, explica a su hija cómo afrontar una resta de números con 5 cifras y la ayuda a preparar los libros del día siguiente. Mientras prepara dos bocadillos para la merienda y les pone el bañador para sus clases de natación, se limpia una lágrima que le cae sin querer.
Recoge a los niños, prepara la bañera, les da la cena y les acuesta.
Al momento recibe una visita inesperada en su habitación:

- Mami ¿Dónde está papá? Casi no le vemos…
- Está trabajando cariño
- ¿Y tú por qué no trabajas?
- Porque mamá quiere cuidar de vosotros- dice tragando saliva
- ¿Y papá no quiere cuidar de nosotros?
- Claro que quiere, pero tiene que trabajar para que no nos falte nada.
- ¿Entonces tú quieres que nos falten cosas?
- ¿Por qué dices eso? Claro que no.
- ¿Y por qué no trabajas como hace él?
- Pues porque papá ya trabaja por los dos.
- Pobre papá , , , eso es injusto.
- Sí muy injusto.


"La desigualdad empieza por no valorar el trabajo de una mujer y termina por perjudicar a todos"

viernes, 6 de marzo de 2009

El amor interminable

Me tientas, me tocas, me tienes
Me olvidas, me ignoras, me matas
Me llamas, me dices, me creo
Me engañas, me hundes, me muero.

Te llamo, te digo, te falta
Te amo, te entrego, te sobra
Te marchas, te extraño, ¿te enteras?
Te temo, te olvido, te quedas.
(BIS)

martes, 24 de febrero de 2009

Siempre estamos en carne-aval


Hay tantas máscaras como circunstancias y tantos antifaces como pares de ojos, miradas, caricias o sentimientos.

En cada lugar somos alguien distinto, por eso nunca dejamos de sorprendernos.

Podemos ser actores secundarios en nuestra vida y protagonistas en la vida del otro, o creernos protagonistas y no ser ni el apuntador.

Vivimos en constante cambio, adaptándonos al entorno, intentando mejorar por nuestra propia supervivencia y la de los demás. No sabemos quiénes somos aunque sospechamos quiénes queremos ser. El tiempo es el que nos va aconsejando el atuendo.

Renovamos vestuario, nos cortamos el pelo, tatuamos la piel, porque el mismo disfraz nos aburre. De esta manera sí percibimos el cambio. Mudamos de carne porque nos cansa lo conocido aunque también temamos lo desconocido.

Así son nuestros disfraces: paradójicos como la vida, imprevisibles como la muerte.

jueves, 19 de febrero de 2009

Un enGORRO de película


El argumento empezaba a aburrirla así es que se puso a observar las cabezas de los espectadores para descubrir sobre la pantalla algún beso de aquellos que al igual que ella, preferían pasar de la película.

Entre todas aquellas frentes que le daban la espalda, encontró la silueta de un gorro que se movía inquieto en el asiento. Rezó para que su dueño se levantara gritando “extra extra” y así poder entretenerse con contenidos más interesantes. Por desgracia, el chico no era un vendedor de periódicos.

A punto estaba de abandonar la sala cuando le pareció un buen modo de amortizar la entrada, ponerle luz a aquella sombra que había conseguido acaparar su atención.

La decepción vino cuando al iluminarse el recinto, no encontró a nadie que respondiera a ese contorno así es que se acercó a aquel asiento para asegurarse de que el respaldo de la butaca permanecía caliente y su imaginación no le había gastado una de las suyas.

Sonrió al ver la gorra tirada en el suelo con dos iniciales pintadas a boli sobre la etiqueta. Aquello no era más que la señal de que él volvería.
En su mente había sólo dos letras y una silueta, conceptos suficientes para despertar su curiosidad y sus ganas de sentir.

Ella esperaría 4 filas de asientos más atrás para observarle a su vuelta, en cambio, una hora más tarde concluyó decepcionada por las señales, que él no regresaría.

Aquella misma noche a las 2 de la mañana, es sorprendida por una idea deslumbrante: se propone encontrar al propietario de la gorra donde quiera que esté.

Decide que si él se conmueve le dedicará el resto de sus días, sino pues nada.

martes, 10 de febrero de 2009

La mentira más sincera




Ella se dejó absorber por uno de los asientos del autobús nocturno embriagado de una atmósfera etílica. Sus pestañas, sus uñas y hasta su sombra le pesaban.

A punto estaba de bajar las persianas cuando la paradoja visual captó su atención. Un hombre con los botones mal abrochados formando una camisa asimétrica (sin ningún propósito de ir a la moda), dormitaba con la cabeza apoyada sobre un ramo de rosas.

Pensó en aquel individuo destrozado y en lo desagradecida que había sido la destinataria de las flores. Discretamente, se inclinó a leer la tarjeta que suplicaba un perdón: no volverá a ocurrir.

Mientras los pétalos se dejaban caer al ritmo de la respiración, víctimas de una halitosis provocada por una lengua de papel de lija empapada de humillaciones y reproches, la joven sonrió satisfecha al darse cuenta de que en algún lugar, una mujer había desenmascarado la mentira de las palabras que se habían convertido en su verdad más deseada: no volvería a ocurrir.

Ese señor emprendió un camino cualquiera, sin maleta pues su conciencia ya le pesaba bastante.

Su mujer tomó un destino concreto: dirección libertad, parada felicidad.

martes, 3 de febrero de 2009

shhhh

Tus cuerdas vocales me atizan como un látigo.

No quiero que mi tímpano masoquista decodifique tus palabras.

Me gustaría retorcerlas, transformarlas y lanzarlas a una carta de amor, a la garganta de un mudo o al rincón de las promesas cumplidas pero no puedo; me ensordecen y aturden al mismo tiempo paralizando cada uno de mis intentos por convertirlas en haches.

Necesito un filtro de letras para convertir tus palabras en silencio, en un angustioso pero tranquilizador s _ _ _ _ _ _ _


jueves, 29 de enero de 2009

¿¿¿???

¿ Cómo engaño al olvido para no recordarte si eso no es olvidar sino pensarte?

¿ Cómo se comparte la soledad si compartir es cosa de dos y combatirla implica plurales?

¿ Cómo se recicla el amor de dos si un corazón es de vidrio y el otro de hojalata?

¿ Cómo vivir otra historia cuando esa palabra remite al pasado y para el futuro aún no está inventada ?

jueves, 22 de enero de 2009

CV

NOMBRE: Borrado
DIRECCIÓN: C/malviviendo S/Nºs
MAIL: atudisposicion@hotmail.com
TLF: pasivo (sólo para recibir)
EDAD: de trabajar




DATOS ACADÉMICOS


FORMACIÓN COMPLEMENTARIA


EXPERIENCIA LABORAL


-2006: becaria en centralita telefónica “¿Te echo un cable?"
-2007: camarera en cafetería “Solo, Cortado y No expreso”
-2008: ayudante en copistería “Folio en blanco”

OTROS DATOS DE INTERÉS

Estoy capacitada para trabajar en el puesto de becaria cualificada que oferta su empresa.

jueves, 15 de enero de 2009

Del calentamiento global al corporal


Parece ser que los del greenplease se han puesto más verdes que nunca porque no sólo se preocupan del calentamiento global sino del corporal.

Estos son algunos de los verdconsejos que me han parecido más significativos y brillantes por satisfacer a todos los targets mediante una comunicación que ha generado el bla bla bla a través de un recurso tan original, arriesgado y poco utilizado como el del sexo.

Por ejemplo:
1: Hacer el amor durante el día para ahorrar luz (al hombre le favorece esta iniciativa de sexo mañanero)
2: Si se hace por la noche, utilizar velitas (las mujeres agradecemos este “recobrar el romanticismo”)
3: Utilizar condones ecológicos (mmm, puestos a ser ecológicos…mejor no usarlos ¿no?)

Aquí van mis sexcomendaciones para todos los que quieran mejorar el medio caliente.

1. No lo haga sobre el césped: hay muchos insectos y flores silvestres que podría aplastar.

2. En invierno, practique sexo en todas las habitaciones de la casa, ahorrará en calefacción. Nota: esta técnica puede ser trasladable al coche con una condición: si intenta la escena del vaho en la ventanilla de “Tetanic, elimine la huella con saliva y olvídese de los limpia cristales.

3. No desperdicie el semen, dónelo a una empresa de marketing que lo convierta en bebida energética. ¿Por qué el del toro si y el del humano no? No subestime las propiedades intrínsecas de su sabia bruta.

4. Háganlo 4 veces al día (en el día repito), con ese hábito saludable desaparecerá el problema de la obesidad. Los Mc Pollas y Telepichas emigrarán a otro planeta disminuyendo así gran cantidad de basuras vertidas por estos establecimientos. Recuerde: si usted pierde peso, el IMC de la tierra también disminuirá. Hagamos que los 90 del Polo Norte, 60 del ecuador y 90 del Polo Sur sean una realidad. La tierra merece estar divina para hacerle competencia a Dios.

5. No utilice juguetitos sexuales si estos funcionan por batería o pilas.
Apueste por alternativas renovables: el pepino por ejemplo, es verde, estriado y reutilizable. No olvide que lo manual es más natural y “lo natural es más sano” (si exceptuamos la picadura de una serpiente venenosa)

6. Los pedos vaginales están totalmente prohibidos; respete el aire que respiran los demás.

7. No se permite talar nada; si destruye la vegetación, destruirá también su fauna.

8. Ahórrense los gemidos; hay que acabar con la contaminación acústica.

Estos 8 mandamientos se resumen en 1:

“Jodan lo que sea pero a la naturaleza no”

(son más de las 00:00)
;)



martes, 13 de enero de 2009

consumidora y publicitaria


Entro en el metro y ¿qué me encuentro? Más bolsas que personas y más caras contentas que de costumbre...
¿Y cómo es esto si se supone que hay (esa palabra que ya chirría en nuestros oídos y que estará a punto de entrar en el GIÑES de palabras cansinas)?

Entonces a mí se me viene a la cabeza un libro que leí recientemente: el de “La felicidad paradójica”.

Empiezo a pensar en la razón que este sociólogo tiene cuando dice que es imposible huir de los establecimientos porque el consumidor no va a las tiendas sino que las tiendas van al consumidor.

Al consumidor ya no se le vende sino que el consumidor compra: Él decide, él pide, él rechaza, él siempre tiene la razón…
(El éxito del autoservicio se debe más a la autonomía del consumidor que a la propia presentación de productos)

365 días al año de día y de noche de tiempo de consumo comercial y casualmente cuando el consumo se frena, un estudio refleja que con dormir de 5 a 6 horas (y no 8 como antes) es más que suficiente. (¿Es una estrategia para aumentar el consumo o es que yo soy una mal pensada?). Las cafeterías, tienen que estar contentísimas con este descubrimiento.

El ir de compras dejó hace mucho de ser una necesidad para convertirse en entretenimiento:

¿Quién no conoce a alguien que tenga por hobby pasar por las tiendas a probarse ropa con la cual no saldrían a la calle o que saben que no comprarán? ¿Les bastan esos minutos imaginando ser otra persona para ser felices o les causa frustración al recordarles que no pueden comprar todo lo que quieren?

Estamos en la cultura de la impaciencia y la satisfacción inmediata pues el placer se vincula con la experiencia de lo instantáneo (hay mil productos y eslóganes que se han dado cuenta de esto: Sopainstante de Gallo Negro es un ejemplo y perdón por la expresión pero la publicidad es una actividad comercial pagada)

Y con todo este stress no es de extrañar que el slow food, los spas y las meditaciones estén triunfando…

Las satisfacciones son más numerosas que nunca pero la felicidad parece siempre inaccesible ¿Por qué?

Porque en palabras de Lipovesky: “La insatisfacción no viene del exceso de confort sino de las privaciones de consumo”

A lo que yo contesto: ¿qué sociedad hemos construido? ¿es sostenible?¿dónde nos deja esto a los publicitarios? ¿ esta “palabra del record GIÑES” nos ayudará al menos a pararnos a valorar lo que tenemos?





sábado, 10 de enero de 2009

Siempre nos quedarán estas historias


Ayer volviendo en el metro a casa, me topé con uno de esos hombres que te hacen pensar en un cuenco de palomitas con pañuelo de moquear incluido.

El señor de 50 años (experiencia por arriba o por abajo), con sombrero, gabardina y zapatos con maletín a juego, estaba sentado frente a mí. Esa casi réplica de Rick Blaine me hizo creer en las verdaderas historias de amor fuera de la gran pantalla. Era un hombre elegante, de los de antes (aunque este por suerte no usaba Barón Dandy) y además, estaba enamorado. ¡Una reliquia en los tiempos que corren!

Viajaba con la mirada perdida en la mano derecha de la mujer que al parecer, compartía con él más que el asiento de al lado.

El señor de gabardina se paraba con su dedo índice en cada poro de la mano de aquella afortunada señora. Era como si nunca antes hubiera visto esos dedos ni rozado esa piel, como si reparara día a día en cada pliegue de la mano para descubrir nuevas arrugas, manchas o lunares. Como si le hubieran aislado del privilegio de verla y lo acabara de recuperar.

Entonces me percaté de su mirada vaga y perdida bajo la copa del sombrero y pensé:

No es ciego el que no ve sino el que no mira con el resto de sentidos.
Un solo consejo le habría dado a ese hombre: “tócala de nuevo” y de esa forma, por el resto de tus días…

Ahora guardo ese fotograma en blanco y negro en mi mente como una verdadera obra de arte porque me entusiasman los que miran a través del tacto, huelen a través de la vista y tocan a través del olfato.


viernes, 9 de enero de 2009

Anónimos



La gente se queja de lo aburrido que es viajar en metro y cuando están bajo tierra, añoran inventar figuritas en las nubes (luego les da pereza hacerlo por el dolor de cuello que les supone)

Es cierto que en el metro te sientes hormiguita, como en un tubo que te dispara a presión hacia un destino rutinario.
Algunos transforman el trayecto escuchando música, leyendo libros…
Para mí, leer en el metro es perderse muchas historias reales, escritas en los ojos de los que viajan conmigo, que comparten mi vagón y por lo tanto, un momento concreto de mi vida.

Me gusta observar las caras de la gente mientras absorbe letras y adivinar de qué versa la novela así como descubrir algo del carácter de la persona (en ejercicio del “Dime qué lees y te diré quién eres”)

Otra forma de paliar el aburrimiento que recomiendo es trazar un mapa mental descriptivo de la persona que tenemos en frente: ropa, manos, joyas, olor, aparato tecnológico X y adivinar por medio de estas pistas a dónde se dirige, a qué se dedica, si tiene hijos, amante…( infinitas posibilidades que no dejan de ser meras especulaciones pero que fomentan la imaginación)

Puede que la gente entienda esto como un acto de intromisión en la vida del otro, para mí es un ejercicio complementario a los sudokus que no hace daño a nadie sino que por el contrario, provoca que nada pase desapercibido a nuestros sentidos.

Si buscamos nuevas formas de ver, nos renovamos a diario. Es la rutina la que tiene que pasar inadvertida a nuestros ojos pues no existe si no la miramos.

jueves, 8 de enero de 2009

el ¿por qué no?


Aquí me encuentro por segunda vez, en el acto temeroso y temerario de enfrentarme a la hoja en blanco. En este caso, no una hoja cualquiera sino un papel infinito abierto al mundo.



Mi afición por relacionarme con las palabras es muy temprana, por eso soy, perdón, era de boli y papel, de las de tener agujetas en el índice y pulgar, de la generación "¿Tienes tipes?", de las de "las manchas de tinta en la ropa se quitan con leche"...



¿Y porqué abrir un blog ahora que empiezan a ser una moda retro más que un "estar a la moda"?



Porque este pretende ser el destino de las palabras que en tiempos lejanos no habrían corrido la suerte de ser almacenadas en un mismo lugar, sino que estarían por ahí, convertidas en bolas de papel deambulando en papeleras , en diarios cerrados para siempre o en algún lugar escondido de mi mente (las más afortunadas)



Porque mi refugio son las palabras, las palabras no podían quedarse sin refugio.