lunes, 20 de abril de 2009

Coloreando el final de trayecto

"Cariño, es sólo que mi ticket de ida está caducando y ya no puedo renovarlo. El tuyo está nuevo y te quedan muchas paradas por descubrir. Quiero que dejes de llorar y escuches atentamente los trucos que has de conocer para ser un viajero ejemplar:

No busques siempre el camino con menos trasbordos. El trayecto más fácil no siempre conduce hacia el destino correcto. Contempla todas las posibilidades siguiendo el plano de colores que sabrá dibujar tu corazón. Cuando el camino te resulte aburrido, intenta disfrutar de tus compañeros de vagón: habla, sonríe, observa y comparte con ellos algo más que el asiento de al lado. Si no te interesa lo que ves, cámbiate de sitio. Nada te lo impide. Llegarás igualmente al mismo destino y el recorrido te habrá convertido en una mejor persona.

No seas impaciente por reunirte conmigo y conoce el máximo de paradas posibles para contármelas cuando nos reencontremos. No quiero que te pierdas ningún detalle así es que vete siempre con los ojos muy abiertos.

Y lo más importante: A veces el recorrido es duro pero siempre termina con una luz al final del túnel ¿La ves? Lo importante no es buscarla, sino verla. No la pierdas de vista. Yo seré tu brújula y te iré dibujando todas las coordenadas en el cielo. Tienes que ser fuerte y recordar que mamá emprenderá tu mismo viaje sólo que en un vagón muchíííííísimo más rápido que el tuyo"

El niño se conformó con la explicación mientras su madre giraba la cabeza hacia la ventanilla en un intento de ocultar la lágrima que estaba apunto de asomar. Me hubiera encantado presentarme como una de sus compañeras de viaje pero mis palabras no fueron lo suficientemente fuertes para derribar el nudo de mi garganta.

(relato finalista en el concurso de relatos cortos del TMB: http://relatscurts.tmb.cat/aspx/ca-ES/relats.aspx?srch=guiomarsanchez

4 comentarios:

  1. a ver si te consigo comentar en la web de TMB, por el momento no me deja. mientras te dejo aqui lo que iba a poner:

    Me ha encantado este relato. Me parece que tiene una sensibilidad increíble. No me refiero ya a la sensibilidad en su lado de los sentimientos que toca, como el amor, el cariño, etc (qué también los tiene), sino a la sensibilidad entendida como esa capacidad con la que consigues cerrar una historia y a la vez dejarla en el aire, a mí me surgen dudas en la historia ¿la madre se esta despidiendo por una próxima muerte? ¿O acaso es una emigrante forzada a volver y dejar aquí a su hijo, con la esperanza del reencuentro? ¿No será que simplemente le está respondiendo a su hijo a la pregunta de qué es la muerte? y respecto a la narradora ¿que quiere decir con "compañera de viaje"? ¿Compañera del niño o de la madre? Supongo que éste es uno de esos casos en los que, como en arte moderno, es el espectador el que finaliza la obra. Gracias por darnos éste placer. La metáfora de la vida como un tren aplicada una vez más, pero sin resultar tópica. Y una gran lección de educación, de cómo a un niño se le puede explicar lo que un adulto no entiende, con algo tan cotidiano. Emocionante.

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  2. Me ha gustado mucho este relato!
    Y he visto que te han respondido muy gratamente en la web de TMB,enhorabuena!
    A mi también me surge la duda de qué le sucede a la madre exactamente. Yo me he imaginado que volvían de una visita al médico, una visita en la que le había comunicado una mala noticia.
    En fin, de nuevo nos has vuelto a emocionar.
    Gracias.

    Por cierto, yo escribi también algo relacionado con este tema hace unas semanas...
    http://ehimeintothelight.wordpress.com/2009/03/25/en-el-vagon/

    Y otra postdata, el relato y el concurso me ha recordado la ciuidad de BCN y los transportes públicos que usé en aquella época...

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  3. La respuesta a lo que ocurre en el relato (como bien ha dicho A2) la tiene el espectador,,,

    y sí, el relato está ambientado en el metro de Barcelona que es quien organiza el concurso, aunque la historia podría trasladarse a cualquier otro metro del mundo.

    Gracias por ser mis incondicionales compañeros de viaje, y por querer compartir conmigo este pequeño trayecto literario.
    un abrazo

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