jueves, 29 de enero de 2009

¿¿¿???

¿ Cómo engaño al olvido para no recordarte si eso no es olvidar sino pensarte?

¿ Cómo se comparte la soledad si compartir es cosa de dos y combatirla implica plurales?

¿ Cómo se recicla el amor de dos si un corazón es de vidrio y el otro de hojalata?

¿ Cómo vivir otra historia cuando esa palabra remite al pasado y para el futuro aún no está inventada ?

jueves, 22 de enero de 2009

CV

NOMBRE: Borrado
DIRECCIÓN: C/malviviendo S/Nºs
MAIL: atudisposicion@hotmail.com
TLF: pasivo (sólo para recibir)
EDAD: de trabajar




DATOS ACADÉMICOS


FORMACIÓN COMPLEMENTARIA


EXPERIENCIA LABORAL


-2006: becaria en centralita telefónica “¿Te echo un cable?"
-2007: camarera en cafetería “Solo, Cortado y No expreso”
-2008: ayudante en copistería “Folio en blanco”

OTROS DATOS DE INTERÉS

Estoy capacitada para trabajar en el puesto de becaria cualificada que oferta su empresa.

jueves, 15 de enero de 2009

Del calentamiento global al corporal


Parece ser que los del greenplease se han puesto más verdes que nunca porque no sólo se preocupan del calentamiento global sino del corporal.

Estos son algunos de los verdconsejos que me han parecido más significativos y brillantes por satisfacer a todos los targets mediante una comunicación que ha generado el bla bla bla a través de un recurso tan original, arriesgado y poco utilizado como el del sexo.

Por ejemplo:
1: Hacer el amor durante el día para ahorrar luz (al hombre le favorece esta iniciativa de sexo mañanero)
2: Si se hace por la noche, utilizar velitas (las mujeres agradecemos este “recobrar el romanticismo”)
3: Utilizar condones ecológicos (mmm, puestos a ser ecológicos…mejor no usarlos ¿no?)

Aquí van mis sexcomendaciones para todos los que quieran mejorar el medio caliente.

1. No lo haga sobre el césped: hay muchos insectos y flores silvestres que podría aplastar.

2. En invierno, practique sexo en todas las habitaciones de la casa, ahorrará en calefacción. Nota: esta técnica puede ser trasladable al coche con una condición: si intenta la escena del vaho en la ventanilla de “Tetanic, elimine la huella con saliva y olvídese de los limpia cristales.

3. No desperdicie el semen, dónelo a una empresa de marketing que lo convierta en bebida energética. ¿Por qué el del toro si y el del humano no? No subestime las propiedades intrínsecas de su sabia bruta.

4. Háganlo 4 veces al día (en el día repito), con ese hábito saludable desaparecerá el problema de la obesidad. Los Mc Pollas y Telepichas emigrarán a otro planeta disminuyendo así gran cantidad de basuras vertidas por estos establecimientos. Recuerde: si usted pierde peso, el IMC de la tierra también disminuirá. Hagamos que los 90 del Polo Norte, 60 del ecuador y 90 del Polo Sur sean una realidad. La tierra merece estar divina para hacerle competencia a Dios.

5. No utilice juguetitos sexuales si estos funcionan por batería o pilas.
Apueste por alternativas renovables: el pepino por ejemplo, es verde, estriado y reutilizable. No olvide que lo manual es más natural y “lo natural es más sano” (si exceptuamos la picadura de una serpiente venenosa)

6. Los pedos vaginales están totalmente prohibidos; respete el aire que respiran los demás.

7. No se permite talar nada; si destruye la vegetación, destruirá también su fauna.

8. Ahórrense los gemidos; hay que acabar con la contaminación acústica.

Estos 8 mandamientos se resumen en 1:

“Jodan lo que sea pero a la naturaleza no”

(son más de las 00:00)
;)



martes, 13 de enero de 2009

consumidora y publicitaria


Entro en el metro y ¿qué me encuentro? Más bolsas que personas y más caras contentas que de costumbre...
¿Y cómo es esto si se supone que hay (esa palabra que ya chirría en nuestros oídos y que estará a punto de entrar en el GIÑES de palabras cansinas)?

Entonces a mí se me viene a la cabeza un libro que leí recientemente: el de “La felicidad paradójica”.

Empiezo a pensar en la razón que este sociólogo tiene cuando dice que es imposible huir de los establecimientos porque el consumidor no va a las tiendas sino que las tiendas van al consumidor.

Al consumidor ya no se le vende sino que el consumidor compra: Él decide, él pide, él rechaza, él siempre tiene la razón…
(El éxito del autoservicio se debe más a la autonomía del consumidor que a la propia presentación de productos)

365 días al año de día y de noche de tiempo de consumo comercial y casualmente cuando el consumo se frena, un estudio refleja que con dormir de 5 a 6 horas (y no 8 como antes) es más que suficiente. (¿Es una estrategia para aumentar el consumo o es que yo soy una mal pensada?). Las cafeterías, tienen que estar contentísimas con este descubrimiento.

El ir de compras dejó hace mucho de ser una necesidad para convertirse en entretenimiento:

¿Quién no conoce a alguien que tenga por hobby pasar por las tiendas a probarse ropa con la cual no saldrían a la calle o que saben que no comprarán? ¿Les bastan esos minutos imaginando ser otra persona para ser felices o les causa frustración al recordarles que no pueden comprar todo lo que quieren?

Estamos en la cultura de la impaciencia y la satisfacción inmediata pues el placer se vincula con la experiencia de lo instantáneo (hay mil productos y eslóganes que se han dado cuenta de esto: Sopainstante de Gallo Negro es un ejemplo y perdón por la expresión pero la publicidad es una actividad comercial pagada)

Y con todo este stress no es de extrañar que el slow food, los spas y las meditaciones estén triunfando…

Las satisfacciones son más numerosas que nunca pero la felicidad parece siempre inaccesible ¿Por qué?

Porque en palabras de Lipovesky: “La insatisfacción no viene del exceso de confort sino de las privaciones de consumo”

A lo que yo contesto: ¿qué sociedad hemos construido? ¿es sostenible?¿dónde nos deja esto a los publicitarios? ¿ esta “palabra del record GIÑES” nos ayudará al menos a pararnos a valorar lo que tenemos?





sábado, 10 de enero de 2009

Siempre nos quedarán estas historias


Ayer volviendo en el metro a casa, me topé con uno de esos hombres que te hacen pensar en un cuenco de palomitas con pañuelo de moquear incluido.

El señor de 50 años (experiencia por arriba o por abajo), con sombrero, gabardina y zapatos con maletín a juego, estaba sentado frente a mí. Esa casi réplica de Rick Blaine me hizo creer en las verdaderas historias de amor fuera de la gran pantalla. Era un hombre elegante, de los de antes (aunque este por suerte no usaba Barón Dandy) y además, estaba enamorado. ¡Una reliquia en los tiempos que corren!

Viajaba con la mirada perdida en la mano derecha de la mujer que al parecer, compartía con él más que el asiento de al lado.

El señor de gabardina se paraba con su dedo índice en cada poro de la mano de aquella afortunada señora. Era como si nunca antes hubiera visto esos dedos ni rozado esa piel, como si reparara día a día en cada pliegue de la mano para descubrir nuevas arrugas, manchas o lunares. Como si le hubieran aislado del privilegio de verla y lo acabara de recuperar.

Entonces me percaté de su mirada vaga y perdida bajo la copa del sombrero y pensé:

No es ciego el que no ve sino el que no mira con el resto de sentidos.
Un solo consejo le habría dado a ese hombre: “tócala de nuevo” y de esa forma, por el resto de tus días…

Ahora guardo ese fotograma en blanco y negro en mi mente como una verdadera obra de arte porque me entusiasman los que miran a través del tacto, huelen a través de la vista y tocan a través del olfato.


viernes, 9 de enero de 2009

Anónimos



La gente se queja de lo aburrido que es viajar en metro y cuando están bajo tierra, añoran inventar figuritas en las nubes (luego les da pereza hacerlo por el dolor de cuello que les supone)

Es cierto que en el metro te sientes hormiguita, como en un tubo que te dispara a presión hacia un destino rutinario.
Algunos transforman el trayecto escuchando música, leyendo libros…
Para mí, leer en el metro es perderse muchas historias reales, escritas en los ojos de los que viajan conmigo, que comparten mi vagón y por lo tanto, un momento concreto de mi vida.

Me gusta observar las caras de la gente mientras absorbe letras y adivinar de qué versa la novela así como descubrir algo del carácter de la persona (en ejercicio del “Dime qué lees y te diré quién eres”)

Otra forma de paliar el aburrimiento que recomiendo es trazar un mapa mental descriptivo de la persona que tenemos en frente: ropa, manos, joyas, olor, aparato tecnológico X y adivinar por medio de estas pistas a dónde se dirige, a qué se dedica, si tiene hijos, amante…( infinitas posibilidades que no dejan de ser meras especulaciones pero que fomentan la imaginación)

Puede que la gente entienda esto como un acto de intromisión en la vida del otro, para mí es un ejercicio complementario a los sudokus que no hace daño a nadie sino que por el contrario, provoca que nada pase desapercibido a nuestros sentidos.

Si buscamos nuevas formas de ver, nos renovamos a diario. Es la rutina la que tiene que pasar inadvertida a nuestros ojos pues no existe si no la miramos.

jueves, 8 de enero de 2009

el ¿por qué no?


Aquí me encuentro por segunda vez, en el acto temeroso y temerario de enfrentarme a la hoja en blanco. En este caso, no una hoja cualquiera sino un papel infinito abierto al mundo.



Mi afición por relacionarme con las palabras es muy temprana, por eso soy, perdón, era de boli y papel, de las de tener agujetas en el índice y pulgar, de la generación "¿Tienes tipes?", de las de "las manchas de tinta en la ropa se quitan con leche"...



¿Y porqué abrir un blog ahora que empiezan a ser una moda retro más que un "estar a la moda"?



Porque este pretende ser el destino de las palabras que en tiempos lejanos no habrían corrido la suerte de ser almacenadas en un mismo lugar, sino que estarían por ahí, convertidas en bolas de papel deambulando en papeleras , en diarios cerrados para siempre o en algún lugar escondido de mi mente (las más afortunadas)



Porque mi refugio son las palabras, las palabras no podían quedarse sin refugio.